mi respuesta es que NO
porque:
no tienen porque una cualidad del alma son los sentimientos y la inteligencia, no tienen memoria, entre otras, ustedes me diran que sus mascotas lloran o mueven la cola, yo no soy ningun especialista ni nada pero estoy seguro que eso debe de ser a alguna reaccion de su cuerpo.
A una visión bien simplista y errónea del alma es que no pude evitar responder "revelando" lo que no es sino un saber muy, muy antiguo:
«Los antiguos distinguían entre cuerpo, alma y espíritu. El espíritu es lo más afín a Dios, que es el Espíritu. El espíritu era la "chispa divina", el Donum Dei (Don de Dios) que nos hacía "a imagen y semejanza" de Dios. El cuerpo es la materia, el "barro" de lo creado... y el alma es el "soplo del Espíritu", es lo que da vida. Anima, en latín, quiere decir, precisamente, Alma. Para los antiguos sabios todo lo dotado con vida (anima) tenía alma... y el alma es igual en todos los seres vivos. La diferencia entre el hombre y los animales, en su concepción, era el espíritu (piros = fuego, luz). Tras el cristianismo, esta concepción trina del hombre se fue desdibujando hasta llegar a confundir alma y espíritu... cuando alma y espíritu, en su origen, no son lo mismo: no son sinónimos. Para ellos, la parte inmortal del hombre es el espíritu... el alma no es inmortal (pero puede aspirar a ello si es capaz de transmutar en espíritu, "fundiéndose" a él). Desde este punto de vista, por tanto, el alma del hombre es tan valiosa como la de cualquier otra criatura y es lo que une a todos los seres vivos y lo que nos hermana con todos ellos. El espíritu es lo que nos diferencia, según ellos, y es lo que nos une a Dios.»
porque:
no tienen porque una cualidad del alma son los sentimientos y la inteligencia, no tienen memoria, entre otras, ustedes me diran que sus mascotas lloran o mueven la cola, yo no soy ningun especialista ni nada pero estoy seguro que eso debe de ser a alguna reaccion de su cuerpo.
A una visión bien simplista y errónea del alma es que no pude evitar responder "revelando" lo que no es sino un saber muy, muy antiguo:
«Los antiguos distinguían entre cuerpo, alma y espíritu. El espíritu es lo más afín a Dios, que es el Espíritu. El espíritu era la "chispa divina", el Donum Dei (Don de Dios) que nos hacía "a imagen y semejanza" de Dios. El cuerpo es la materia, el "barro" de lo creado... y el alma es el "soplo del Espíritu", es lo que da vida. Anima, en latín, quiere decir, precisamente, Alma. Para los antiguos sabios todo lo dotado con vida (anima) tenía alma... y el alma es igual en todos los seres vivos. La diferencia entre el hombre y los animales, en su concepción, era el espíritu (piros = fuego, luz). Tras el cristianismo, esta concepción trina del hombre se fue desdibujando hasta llegar a confundir alma y espíritu... cuando alma y espíritu, en su origen, no son lo mismo: no son sinónimos. Para ellos, la parte inmortal del hombre es el espíritu... el alma no es inmortal (pero puede aspirar a ello si es capaz de transmutar en espíritu, "fundiéndose" a él). Desde este punto de vista, por tanto, el alma del hombre es tan valiosa como la de cualquier otra criatura y es lo que une a todos los seres vivos y lo que nos hermana con todos ellos. El espíritu es lo que nos diferencia, según ellos, y es lo que nos une a Dios.»
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