No nos paremos a hablar ni difiramos por más tiempo la obra que Dios ha encomendado a nuestras manos.
Las acciones de los hombres, de ordinario, son buenas, mas sus razones de obrar rara vez lo son.
¡Fuerzas siempre en acción, actividad sin descanso, movimiento sin intervalos, agitación sin calma, pasiones sin melancolía, placeres sin tranquilidad! Eso es desterrar el sueño de la vida, caminar sin sentarse jamás, envejecer en pie y morir sin haber dormido nunca.
Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no hará nada.
El mérito de las acciones humanas lo da el motivo de las mismas; el desinterés las lleva a la perfección.
Muchas veces nos avergonzaríamos de nuestras más nobles acciones si el mundo conociera los motivos que nos han impulsado a ellas.
Aunque los hombres se vanaglorian de sus grandes obras, frecuentemente no son éstas el resultado de un noble propósito, sino efecto del azar.
Ninguna acción, buena o mala, termina nunca, sino que deja en algún lugar su impronta, escrita como una bendición o como un maleficio por unos dedos ultraterrenos.
Creía que, mientras le quedase algo por hacer, no había hecho nada.
Facilitar una buena acción es lo mismo que hacerla.
Que cada uno de tus actos, palabras y pensamientos sean los de un hombre que, acaso en ese instante, haya de abandonar la vida.
(HOMERO, Ilíada, II, 435-6)
Las acciones de los hombres, de ordinario, son buenas, mas sus razones de obrar rara vez lo son.
(E. HUBBARD, The Philistine, vol. XIX, pág. 143)
¡Fuerzas siempre en acción, actividad sin descanso, movimiento sin intervalos, agitación sin calma, pasiones sin melancolía, placeres sin tranquilidad! Eso es desterrar el sueño de la vida, caminar sin sentarse jamás, envejecer en pie y morir sin haber dormido nunca.
(J. JOUBERT, Pensées, titre VII, 80)
Si encomiendas a un hombre más de lo que puede hacer, lo hará. Si solamente le encomiendas lo que puede hacer, no hará nada.
(R. KIPLING, Speech, mayo, 1912)
El mérito de las acciones humanas lo da el motivo de las mismas; el desinterés las lleva a la perfección.
(J. DE LA BRUYÈRE, Caractères: Du mérite personnel)
Muchas veces nos avergonzaríamos de nuestras más nobles acciones si el mundo conociera los motivos que nos han impulsado a ellas.
(F. DE LA ROCHEFOUCAULD, Maximes)
Aunque los hombres se vanaglorian de sus grandes obras, frecuentemente no son éstas el resultado de un noble propósito, sino efecto del azar.
(F. DE LA ROCHEFOUCAULD, Maximes, nº 57)
Ninguna acción, buena o mala, termina nunca, sino que deja en algún lugar su impronta, escrita como una bendición o como un maleficio por unos dedos ultraterrenos.
(H.W. LONGFELLOW, The golden Legend, II)
Creía que, mientras le quedase algo por hacer, no había hecho nada.
(LUCANO, Farsalia, II, 657. -Refiriéndose a J. César)
Facilitar una buena acción es lo mismo que hacerla.
(MAHOMA)
Que cada uno de tus actos, palabras y pensamientos sean los de un hombre que, acaso en ese instante, haya de abandonar la vida.
(MARCO AURELIO, Meditaciones, lib. II, 5)
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