Blaise Pascal (1600-1662):
J.B.H. Lacordaire:
Michel de Montaigne (1553-1592):
San Agustín (354-439):
W. von Humboldt:
- ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma?
- La inmortalidad del alma es una cosa que nos importa tanto, y nos atañe tan profundamente, que es preciso haber perdido toda clase de sentimientos para permanecer indiferentes a este problema. ("Pensées", III, 194)
J.B.H. Lacordaire:
- La desgracia abre el alma a una luz que la prosperidad no ve.
- Un alma es por sí sola un gran pueblo. ("Pensées diverses")
Michel de Montaigne (1553-1592):
- Para juzgar cosas grandes y nobles, es necesario poseer un alma otro tanto grande y noble.
- Debemos mantener la libertad de nuestro espíritu y no hipotecarlo sino en las ocasiones precisas, las cuales, bien mirado, se presentan muy raras veces. ("Essais", III, X)
San Agustín (354-439):
- Las lágrimas son la sangre del alma.
- El espíritu no disfruta libremente de cosa alguna, si no la disfruta con seguridad. ("De libero arbitrio", II, 14)
W. von Humboldt:
- El presentimiento de volver a encontrar más allá del sepulcro a cuantos nos han precedido, y de recoger en torno a nosotros a aquellos que quedan a nuestra zaga, es común a todos los hombres. Ningún hombre de alguna sensibilidad puede librarse de este presentimiento, de esta fe, sin renunciar a una parte de su propia felicidad, en verdad la más noble y pura. ("Briefe on eine Freudin", I, 60, 1826)
- Es increíble la fuerza que el alma puede infundir al cuerpo. ("Briefe on eine Freudin")
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