La verdad es que eso es mucho creer... se me haría menos difícil creer en la reencarnación, en la cual pues tampoco creo. Que una cosa es Dios y otra cosa son las fantasias y sueños de quien no quiere morir sabiendo que la muerte es su único destino cierto. ¿A qué la resurrección si la muerte es entrar en el reino de Dios? (suponiendo, claro, que se crea en un principio atemporal, eterno, como esencia de nuestro ser... llámenle unos alma, yo le llamo espíritu).
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